La nueva tendencia médica indica que el consumo de alimentos
como manteca o huevo frito no es perjudicial.
El sitio web health.gov, añadió en 2015 que “el colesterol no es un nutriente
cuyo sobreconsumo sea una preocupación”.
Ya
se puede comer manteca otra vez. La advertencia contra los alimentos
altos en colesterol ya no forma parte de las recomendaciones dietéticas
de las autoridades de Estados Unidos, lo que marca un cambio enorme en
su política nutricional.
Hasta
ahora, la Guía Alimentaria para Estadounidenses recomendaba que el
consumo de colesterol se limitara a menos de 300 miligramos por día. Es
la cantidad que contienen 100 gramos de manteca, dos huevos pequeños o
300 gramos de carne.
Los
expertos médicos solían pensar que comer demasiado colesterol elevaba
el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, al
contribuir a la acumulación de placa en las arterias.
Pero
la versión 2015 de esta guía ya no estipula un límite máximo de consumo
de colesterol “porque la evidencia disponible muestra que no hay una
relación apreciable entre el consumo del colesterol dietético y el
colesterol en suero” (conocidos coloquialmente como “el bueno” y “el
malo”), escribió en un comunicado el Departamento de Agricultura
estadounidense.
El borrador del informe, publicado en línea en el sitio web health.gov, añadió que “el colesterol no es un nutriente cuyo sobreconsumo sea una preocupación”.
Los cambios recomendados fueron compilados por 14 expertos reconocidos en nutrición, medicina y salud pública.
Pero
estos lineamientos dietéticos no se volverán oficiales inmediatamente.
El equipo de expertos abrió un período de 45 días de conversaciones al
cabo de los cuales sus conclusiones serán discutidas en un encuentro
público el 24 de marzo.
“Existe
una polémica sobre todo en lo que respecta al consumo de huevos, que
tienen niveles muy altos de colesterol pero están llenos de nutrientes
beneficiosos”, dijo Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del
hospital Lenox Hill de Nueva York.
El comité “claramente está intentando disipar la idea de que el colesterol importa”.
El comité “claramente está intentando disipar la idea de que el colesterol importa”.
Medio siglo de debate
La
idea de que el colesterol representa un peligro en la dieta se remonta a
1961, cuando la Asociación Estadounidense del Corazón advirtió sobre
los riesgos de consumir alimentos con cantidades elevadas de colesterol
como huevos e hígado.
La
advertencia contra el colesterol se incluyó en la primera versión de
las “metas dietarias” gubernamentales de 1977 y así ha permanecido hasta
entonces. De hecho, hasta el año pasado se advertía que existía una
relación clara entre el consumo de colesterol y sus efectos en los
niveles de colesterol en sangre.
Pero
la cuestión es que ya en 1955 existían estudios que reflejaban que
estos dos aspectos eran completamente independientes entre sí y que el
consumo de esos alimentos no afectaba el nivel de colesterol malo en la
sangre.
Las grasas saturadas
Si
bien los alimentos ricos en colesterol tienen ahora pase libre, no
sucede lo mismo con las grasas saturadas que lo acompañan. De hecho, los
expertos recomiendan a los estadounidenses que coman menos que antes.
Ahora,
las calorías que provienen de las grasas saturadas no deberían superar
el 8% del consumo calórico diario de una persona. En 2010, este
porcentaje era de 10%.
Para una persona promedio que consume cerca de 2.000 calorías diariamente, estos nuevos lineamientos significan que el límite máximo de grasas saturadas se alcanza tras unas cucharadas de manteca, una docena de huevos (dado que los huevos son naturalmente bajos en grasas saturadas) e incluso un churrasco de 200 gramos. “La grasa saturada sigue siendo un nutriente cuyo sobreconsumo es preocupante, en particular en quienes son mayores de 50”, indica el informe.
Para una persona promedio que consume cerca de 2.000 calorías diariamente, estos nuevos lineamientos significan que el límite máximo de grasas saturadas se alcanza tras unas cucharadas de manteca, una docena de huevos (dado que los huevos son naturalmente bajos en grasas saturadas) e incluso un churrasco de 200 gramos. “La grasa saturada sigue siendo un nutriente cuyo sobreconsumo es preocupante, en particular en quienes son mayores de 50”, indica el informe.
Los
cambios recomendados muestran “buenos progresos en el campo de la
ciencia de la nutrición”, dijo Rebecca Solomon, directora de la clínica
de nutrición del hospital Mount Sinai Beth Israel en Nueva York.
“Hemos
sabido desde hace años que los niveles de colesterol tienen mucho que
ver con la genética y el consumo de grasas saturadas, y no por el
consumo del colesterol en la dieta. Estoy feliz de saber que esta
posición ha evolucionado”, agregó Solomon.
Por la positiva
En
términos generales, el borrador de lineamientos dietéticos insta a los
estadounidenses a comer más frutas y verduras. También se recomiendan
dietas vegetarianas y la Mediterránea como opciones saludables.
“Una
dieta alta en alimentos de origen vegetal, tales como verduras, frutas,
granos, legumbres, nueces y semillas, y baja en calorías provenientes
de alimentos de origen animal, es más saludable y tiene menos impacto
medioambiental”, señala el informe.
Los
grupos de cuidado del medio ambiente aplaudieron esta mención a la
sustentabilidad. Por ejemplo Kari Hamerschlag, ejecutiva de Friends of
the Earth, dijo que son “un gran paso adelante en la salud planetaria y
humana”.
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